Tres claves para sobrevivir a la rivalidad entre hermanos (by Impliquo)

El post d’avui és la segona col·laboració amb l’Angelica Joya, especialista en disciplina positiva i fundadora de Impliquo. Estic molt contenta que comparteixi els seus coneixements aquí. Ja sabeu que jo no em canso mai de llegir sobre criança i d’aprendre sobre infància i em va molt bé per millorar aspectes del dia a dia que no se com encarar.

Aquest article ens dóna tres claus senzilles i efectives per gestionar la relació entre germans i la nostra amb cada un d’ells. A mi m’ha encantat perquè davant de situacions de conflicte em costa no fer de jutge. Però, bé, no us adelanto. Aquí el teniu tot. 

Si us interessa el tema o voleu una atenció més personalitzada, escribiu a l’Angèlica a angelica@impliquo.com per rebre promocions dels seus cursos, xerrades, consells exclusius… Val la pena!

 

“Al principio giramos en círculo alrededor de nuestros padres como planetas que se disputan su posición mas próxima al sol” Laura M Markowitz

No se vosotros, pero en nuestra familia uno de los principales aspectos que más influyen en el ambiente que “respiramos” es la relación que tienen nuestros hijos entre si.  Por eso, hoy quiero centrarme y compartir los 3 aspectos que, para mi, son claves en este tema y así podáis comenzar  el verano  “jugando con ventaja”. Allá voy con las claves para sobrevivir a la rivalidad entre hermanos: 1) Amar de forma exclusiva a cada niño 2) Tiempo especial agendado y 3) Enfoque en soluciones con el  mínimo de intervención.

1. Amar de forma exclusiva a cada niño

Intentar amar a todos nuestros hijos por igual y darles exactamente lo mismo en todo momento es un objetivo imposible y contraproducente. Imposible de lograr, porque la percepción de cada hijo sobre justicia e igualdad es diferente y nunca podremos tener a todos 100% conformes. Contraproducente porque cuando “damos a todos por igual” lo que hacemos es despojar a los niños de su esencia. Y esto los lleva a competir entre ellos para “ser el primero”, “el más especial”, el mejor”.

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Entonces ¿Qué hacemos? Cuando tu hijo te diga “no es justo”, céntrate en responder al deseo y no directamente a la queja.  Por ejemplo: Si tu hijo te dice “a mi hermano siempre le dejas repetir arroz, lo quieres más que a mi”. Tú puedes preguntar “¿Quieres más arroz?” o decir algo como “ahora estamos hablando de comida, no de amor ¿Quieres repetir?”.

Recuerda siempre que los niños tienen que poder disfrutar de un trato único (de acuerdo a sus necesidad y circunstancias en cada momento). Dejemos de “contar el numero de palitos de pan que le damos a cada uno” y comencemos a escuchar y responder al mensaje detrás de la conducta. Si escuchamos con atención, oiremos un grito que nos dice: “¿Soy algo especial para ti? ¿Me oyes? ¿Me aprecias por lo que soy? ¡Solo quiero pertenecer!

2. Tiempo especial agendado

El tiempo especial es una herramienta de la disciplina positiva muy útil para lograr trasmitir a cada niño un mensaje de unicidad, generar conexión y reducir la rivalidad. Consiste en destinar y, si es posible, agendar un tiempo especial a solas con cada uno de nuestros hijos. Durante este tiempo debemos centrarnos únicamente en el niño con quien estamos, casi como si fuese hijo único (no hablamos de los hermanos o sermoneamos sobre eventos que han pasado).

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Hacemos actividades que hemos acordado juntos. No tienen que ser algo complicado, fuera de la rutina o que implique gastar dinero (puede ser hacer una bañera, comprar el pan o leer un cuento a solas).  Cuando son menores de 8 años se sugiere que sean de 5 a 10 minutos diarios o cada dos días y a medida que van creciendo se pueden hacer momentos más largos pero más espaciados en el tiempo.

3. Enfoque en soluciones con el mínimo de intervención.

Este es el punto que suele costar más, pero es muy efectivo. Por mucho que nos cueste aceptarlo, los padres no somos  jueces y no debemos serlo nunca.  Cuando intervenimos corremos el riesgo de reforzar el rol de “víctima”/‘victimario”, desconectar con al menos uno de los niños implicados, generar sentimientos de injusticia o de omnipotencia en nuestros hijos, hacer que al menos uno de los niños se sienta con ganas de vengarse de su hermano o de su progenitor, entre muchas otras cosas. ¿Queremos que nuestros hijos confíen en nosotros? ¿Queremos que crezcan sabiendo solucionar conflictos, teniendo habilidades de negociación y siendo empáticos? No desaprovechemos la oportunidad del conflicto fraternal para que “practiquen” en un ambiente seguro.

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¿Cómo es posible hacer esto? Primero, comenzando a observar o escuchar desde la distancia, sin emitir palabra, con confianza en que tus hijos son capaces de solucionar su conflicto. Si en algún momento sientes que debes intervenir: detente y espera 5 minutos más (a veces es útil incluso contabilizar ese tiempo y poner una alarma en el móvil).

Por último, si sientes que ya no puedes aguantar más o el nivel de pelea es peligroso y debes intervenir, recuerda :

  • Limítate a describir sin culpabilizar o tomar partido por nadie. Di algo así como “veo una pelota y dos niños que quieren jugar con ella” y luego trasmite tu confianza en que podrán solucionarlo, como por ejemplo “avísadme cuando hayáis encontrado una solución”. Desde muy pequeños podemos enseñarles a encontrar soluciones planteando la situación a resolver de una manera ‘positiva’, haciendo lluvia de días para resolverla y escogiendo una idea para poner en práctica durante una semana.
  • Si ya se han pegado, separarles diciendo “ahora no podéis estar juntos porque podéis haceros daño”.Revisa rápidamente que estén bien fisicamente y llévalos a cada uno a lugares diferentes.

Pase lo que pase, es importante ser empático con los sentimientos de los niños siempre,  no sermonear y esperar a que la “tormenta” haya pasado para intentar hablar de perdón o de soluciones. No importa que haya pasado mucho tiempo, lo importante para hablar es que estén realmente calmados.

Como veis, la gestión de la rivalidad entre hermanos tiene muuuucha tela que cortar, por eso hoy he hecho una pequeña pincelada. Espero que estas tres ideas os ayuden y quedo atenta a vuestros comentarios o inquietudes.

Un saludo,

Angie

@impliquo
angelica@impliquo.com

 

4 Respostes a “Tres claves para sobrevivir a la rivalidad entre hermanos (by Impliquo)”
  1. Merce

    He trobat molt interessant l’article. Realment han quedat molt ben explicades les tres idees.
    Prenc nota per aplicar-ho !
    Felicitats per sarriapetits !!!

    • Sarrià Petits

      Moltes gràcies Mercè! A mi també em resulta molt interessant tot el que explica l’Angie. M’alegro que t’hagi agradat. Una abraçada, Laia.

    • Angelica

      Que bien! Me alegro mucho! Gracias por tu comentario Merce. Esto me anima a seguir escribiendo!
      Gracias a Laia por darme la oportunidad de compartir en este blog un poco de disciplina positiva y por ser una excelente editora! ?.

  2. Luis Alberto nassar

    Gracias angie. …me alegra conocer tu sabiduría al respecto. ..lo que contiene este artículo, representa situaciones cotidianas que no siempre sabemos llevar…la personalización del trato a cada uno sin igualarlo es una clave no practicada…la intentaré y se la extenderé a vicky con el animo de lograr mejores resultados. .gracias por compartir

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