Avui us presento una nova col·laboració al blog, amb una mare que conec desde que els nostres nens ja fa anys van coincidir a classes de piscina per a nadons. L’Angelica Joya es especialista en disciplina positiva i, a mi que sóc una deboradora d’informació sobre criança, em va semblar molt bona idea que tingués un espai per poder compartir els seus coneixements amb tots nosaltres. Ella està convençuda, com jo, que es pot criar sense càstigs, crits ni autoritarisme.
Ens agradaria que suggerissiu temes que us interessin en els comentaris perquè ella ens en pugui parlar: gestió de les rabietes, com posar límits amb respecte, com generar col·laboració a casa, la gestió del “no”, com fer que els nens guanyin en autonomia… El que penseu que us pot resultar més útil en el vostre moment de criança.
I si voleu veure-la en acció, aquest mes comença uns tallers per a pares, mares i educadors (als matins o a les tardes) al barri on parlarà de tot això de manera molt pràctica. Avui us explica una mica què és la disciplina positiva i com us pot ajudar.
Construyendo la casa por los cimientos: ¿Qué es Disciplina Positiva?
Aunque quizás sea un post un poco más “teórico” de lo que me gustaría he considerado que lo primero es explicar ¿Que es disciplina Positiva? y los criterios básicos que defiende.
¿Disciplina qué? ¿Te suena contradictorio? He de confesar que a mí el nombre tampoco me volvió “loca” en un principio. Sin embargo te pido que confíes y sigas leyendo.
Disciplina Positiva tiene sus orígenes en los años 20 y a día de hoy es una disciplina muy reconocida en USA y Latino América con dos vertientes muy fuertes, formación de padres y formación de maestros dentro de los colegios.
La Disciplina Positiva podría definirse como una filosofía educativa que entiende que todo ser humano merece ser tratado con igual dignidad y respeto y que el mayor motor del hombre es la necesidad de sentir que pertenece y es útil. Cree que el niño necesita ser “animado y renocido” (aunque esto se hace desde la descripción y el empoderamiento, evitando la alabanza o el “muy bien”). Por este motivo, rechaza cualquier “técnica” educativa que intente manipular la conducta del niño (castigos, premios, rincón de pensar conductista, amenazas, chantajes, gomets…). También defiende que cada familia y cada niño es único por lo que no existe una herramienta que funcione prolongada y sistemáticamente en el tiempo.
“¿De dónde sacamos la loca idea de que para que un niño se porte “bien” primero tenemos que hacerle sentir “mal”? ¿Tiene eso algún sentido?”
Jane Nelsen
Pero, ¿Cómo sabemos en nuestro día a día que estamos educando “en positivo”? Jane Nelsen en su libro “Como educar con firmeza y cariño” nos propone 4 preguntas que podemos hacernos para no perder “el rumbo”:
Lo que estoy haciendo…
- ¿Es amable y firme al mismo tiempo?
- ¿Estoy ayudando a mi hijo a sentirse que es tenido en cuenta y que es importante?
- ¿Esto que estoy a punto de “hacerle a mi hijo” es eficaz a largo plazo?
- ¿Con lo que estoy haciendo estoy enseñándole habilidades para la vida?
¿Cómo se logra todo eso? Se hace a través del ejemplo del adulto en el día a día. Los padres o madres que educamos con disciplina positiva ¡no somos perfectos! todo lo contrario… nos equivocamos (¡yo la primera!) pero nos responsabilizamos de nuestros actos y aprendemos de nuestros errores (dejando la culpa a un lado y enseñado a nuestros hijos el “valor de la imperfección”). En un hogar o un colegio donde se educa con disciplina positiva no buscamos culpables, castigos o consecuencias a toda costa… nos enfocamos en encontrar soluciones útiles, relacionados y respetuosas con todos (a través de lluvias de ideas, reuniones familiares…).
En conclusión una familia o un colegio que asume la disciplina positiva como su filosofía de vida crece unida y segura de que la educación es un proceso con altibajos, que somos humanos y que solo el respeto mutuo y la conexión son nuestros “salvavidas” para sobrevivir a las tormentas inevitables que el mar de la vida tiene reservadas para nosotros.
Hablo en primer mano cuando os digo que experimento cada día, tanto en casa como en los participantes de los talleres la fuerza que tiene la Disciplina Positiva para empoderarte en tu labor como padre, madre o educador y, sobre todo, para reconciliarte con tu instinto, con tu imperfección y volver a creer en tu criterio. Este es el gran tesoro de la DP (como la llamamos “entre amigos”) y lo que ha hecho que en para mí se haya convertido en una filosofía de vida.
El próximo post comenzaremos explorar temas relacionados con crianza y educación y para ello os pido que, en la sección de comentarios de este post, pongáis sugerencias de temas sobre los que querrías que escriba.
Un abrazo,
Angie Joya
@impliquo
Hola! Tengo una hija de 21 meses y estoy a punto de tener la segunda, algun truco para evitar los celos y procurar que tengan buena relación entre ellas? Muchas gracias!!
Genial María, un tema muy interesante en el que muchas nos hemos encontrado. Hablaremos de ello.
Hola Maria, muy buena idea para un post. Es vital preparar la llegada del “nuevo miembro” de la familia. En en un charla que dimos el año pasado hablamos sobre ese tema. Si quieres, por ahora, escríbeme al mail angélica@impliquo.com y te podré hacer llegar copia del resumen que les dimos a los asistentes.
un saludo