Avui col·labora de nou al blog l’Angie, fundadora de Impliquo, especialista en disciplina positiva i educació respectuosa. Avui parla sobre estratègies per aconseguir que els nens cooperin més fàcilment amb nosaltres. Llegiu-lo perquè hi ha consells molt fàcils de posar en pràctica i us dic que funcionen. És simplement entrenar el nostre cap a dir les coses de manera diferent a com ens les van dir a nosaltres. De fet, és tan senzill com dir-les com ens hagués agradat que ens les diguessin a nosaltres. O com ens les diuen com a adults. Ella ho explica molt millor jajaja. I us respondrà dubtes si els deixeu als comentaris. Espero que us agradi!
¿Cómo puedo lograr que mi hijo me escuche? ¿Cómo puedo hacer para evitar que todo sea una “lucha”? Estas son preguntas que todos los padres nos hemos hecho más de una vez, pero muchas veces por cansancio, agotamiento o incluso miedo a malcriarlos caemos en luchas de poder que desgastan la relación padre e hijo y no enseñan habilidades a largo plazo. Por esto, en disciplina positiva optamos por herramientas que nos ayuden a trabajar CON los niños (WIN-WIN) en lugar de GANARLES A los niños.
Esto lleva tiempo, más tiempo que hacer tú mismo las cosas o conseguirlas gritando y/o amenazando. Pero una vez entrenada la manera de decir las cosas, el beneficio es para toda la vida. Estas 9 estrategias para fomentar la cooperación en casa te ahorrarán llantos y gritos, generarán un ambiente de cercanía y harán sentir a nuestros hijos útiles, capaces, autónomos y seguros de si mismos.
Las vacaciones son una época perfecta para practicar, así que… ¡ponte en marcha!
1) Hacerles partícipes: Lo primero que debes tener en cuenta es que todos los niños y niñas quieren sentir que pertenecen, que son útiles y únicos. Por eso, aprovecha cualquier ocasión que tengas para hacerles participes en el establecimiento de límites, rutinas y tareas de casa.
– Para establecer límites juntos es importante hacer acuerdos que sean respetuosos con todos (adultos, niños y con la situación) y luego dar seguimiento a lo acordado con amabilidad y firmeza. Entonces en lugar de dar una orden (¡Sal de la bañera!), puedes decirle (Ya casi es hora de comer. ¿Cuanto tiempo más te gustaría estar en la bañera?). En casa, nos gusta poner una alarma usando la “cuenta atrás” o “temporizador” del móvil. Los niños se sienten realmente empoderados y les cuesta menos dejar de jugar porque se les ha tenido en cuenta.
– Para establecer rutinas y tareas en casa las 4 claves son:
- Decirles claramente lo que esperamos de ellos (Por ejemplo “recoger el baño” es: guardar los juguetes en su lugar y llevar la ropa sucia al cesto de la ropa)
- Entrenarles primero en la tarea (decirles donde está el cesto y poner todo a su alcance para facilitar la autonomía)
- Apreciar ante todo el esfuerzo que han hecho, por encima del resultado. (Resiste la tentación de señalar lo que “se han dejado a medias” o “lo mucho que han tardado” y simplemente aprecia su esfuerzo describiendo lo que SI han hecho “correctamente”)
- NUNCA vincular premios ni castigos con las tareas del hogar.
2) Menos es más: ¿Quieres que tu hijo te escuche? ¡Asegúrate que lo haga!. La regla clave es menos palabras y menos distancia. Antes de decir las cosas “100 veces” y desde lejos, acércate a tu hijo, haz contacto visual (y si es posible físico con un gesto cariñoso por ejemplo) y dile, con pocas palabras pero muy claras y amables, lo que esperas que haga.
3) Enseña o dile a tus hijos “lo que esperas que hagan” en lugar de lo que “NO quieres que hagan”: La próxima vez que le vayas a decir algo a tu hijo te invito a que pienses en esta pregunta: ¿Qué es lo que me gustaría que mi hijo hiciese en este momento?. Siguiendo esta sugerencia, en lugar de decir “No tires piedras a la gente” di “Puedes tirar piedras al agua si no hay personas en medio. ¿Ves algún lugar donde puedas hacerlo?” o en lugar de decir “No corras en la piscina” puedes decir “Camina poco a poco, despacio” (al mismo tiempo que “modelas” el comportamiento).
4) Evita hacer preguntas que se puedan responder con “no”: Este punto es tan evidente como efectivo. Si no quieres escuchar un NO como respuesta evita hacer preguntas cerradas que se puedan responder con un gran NOOOOO. “¿Nos vamos del parque?” No!!! “¿Hacemos los deberes?” No!!! “¿Vamos a recoger?” No!!!. Puede parecer muy obvio, pero muchos padres, en el afán de hacer participes a sus hijos, usan estas “preguntas inútiles” y, sin darse cuenta, desencadenan una “lucha” (que es justamente lo que querían evitar).
5) Pregunta en lugar de dar ordenes: Las preguntas que se hacen con un tono cercano y empiezan especialmente con ¿Qué? y ¿Cómo? son unas grandes aliadas para lograr cooperación y movilizar a la acción. En lugar de decir “A lavarse los dientes!” o “Ponte la crema solar!”. Podrías decir “¿Qué te hace falta hacer antes de ir a dormir?” “¿Qué necesitas ponerte para no quemarte la piel con el sol? o “¿Recuerdas lo que habíamos acordado?”. También es importante limitar el uso del ¿Por qué? ya que suele ser percibido por el niño como una acusación.
6) Describe lo que ves de forma respetuosa: Con pocas palabras, asegurando que te estén oyendo y sin señalar culpables di “La ropa está en el suelo del lavabo” o “la comida está servida” o “hay hojas y lápices en la mesa del comedor y ya casi está la cena”. (Una simple observación demuestra confianza en tu hijo para tener la habilidad de entender lo que se tiene que hacer y lo empodera).
7) Expresa lo que sientes desde frases con “YO” y pide colaboración: Si hay alguna situación que te molesta expresa tus sentimientos evitando culpabilizar al otro por lo que te pasa “Estoy muy cansada, me gustaría ir a dormir pronto, necesito vuestra ayuda con esto para poder descansar” en lugar de “me estáis poniendo de los nervios, obedecer o sino…”
8) Se paciente, supervisa de cerca y no te lo tomes de forma personal: No esperes que los niños actúen inmediatamente cuando tu hables. Y menos si lo haces desde la distancia (tanto física, como emocional). Tampoco pienses que su actitud es algo personal contra ti. Ten en cuenta las características de cada niño y respeta sus ritmos. Hay niños que son muy rápidos y “centrados en la tarea” mientras que otros tardan más y parece como si se “distrajeran” en el camino. Si tienes un niño que vive todo muy intensamente y cada minuto lo disfruta al máximo, aprovecha el verano para sumergirte en su mundo. Cuando estés a punto de perder los nervios o no tengas mucho tiempo, busca algo diferente que hacer mientras esperas a que termine, (normalmente una actividad como leer un libro que te mantenga ocupada en la “distancia corta” y de paso te ayude a relajar). Di las cosas una vez y espera 20 segundos antes de volver a intentar otra estrategia o hazle saber que tienes prisa e invita a su colaboración con una pregunta como ¿Qué se te ocurre que podemos hacer para llegar a tiempo?.
9) Acepta que los niños tienen que decir “NO”: Uno de los grandes aprendizajes que tenemos que hacer como padres es aceptar y respetar cuando nuestro hijo nos dice “no”. Cuando nuestros hijos se niegan a hacer algo, sobre todo cuando se trata de cosas que tienen que ver con su privacidad o integridad, es muy importante respetar esa negación. Piensa en que no están siendo maleducados, son personas que están en proceso de formar su propia identidad y definir un criterio y el “NO” hace parte importante de este proceso. ¿Quieres que tu hijo se acostumbre a decir que “sí” a todo sin rechistar? Si hoy te obedece ciegamente a ti, mañana quizás lo hará a personas que abusen de él o no busquen su bienestar. Por eso, si tu hijo se niega a hacer algo que le pides, antes de obligarle a “obedecer” o castigarle, es mejor que hagas una pausa para calmarte, reflexiones sobre ello y, si es necesario, intentes un enfoque distinto cuando estés más tranquilo.
Finalmente no te olvides nunca de lo más evidente: hay cosas que influyen en el ambiente familiar como el hambre o el cansancio (de los niños y también de los adultos). Tenlo presente para ser más flexible y bajar tus expectativas en estas circunstancias.
Un saludo,
Angie
@impliquo
angelica@impliquo.com
M’ha agradat molt, tot i que hi han coses que em costen moltíssim!
Gràcies per compartir!
Alicia.. Si.. Hay cosas que cuestan .. Es como aprender un nuevo idioma en medio de un ambiente que continuamente te está hablando en otro! Por eso, paciencia contigo misma y, disfruta de esos momentos en que las cosas van fluyendo.. (Poco a poco veras como serán cada vez más). También ayuda intentar rodearte de personas que quieran aprender este idioma nuevo. Nosotros estamos aquí para lo que necesites (aprendiendo también) abrazo.
Moltes gràcies per aquest gran article Angie i Laia! Molt fan de la disciplina positiva tot i que encara necessitem molt d’entrenament a casa! Seguirem els consells. Petons!
Gracias a ti Ana por tu comentario! Un abrazo