L’altre dia, sortint dels ferrocarrils de Sarrià, vam parar a berenar al centre cívic Casa Orlandai al carrer Jaume Piquet 23. No havíem estat mai al bar que hi ha i la veritat és que ens va sorprendre molt gratament.
Un espai gran amb unes finestres amb vitralls que el fan molt acollidor.
El dia que hi vam anar ja estava ocupat, però tenen un raconet amb sofàs que és ideal per anar amb nens. Un punt negatiu és que no hi ha trones. Nosaltres ens vam apanyar apilant dues cadires, però amb la quantitat de nens que passen per allí, seria una cosa a millorar.
D’altra banda, al bany hi ha cambiador i a la mateixa cafeteria tenen una zona amb llibres infantils i una caixa de joguines que van tenir la nostra filla ben entretinguda mentre nosaltres acabàvem de fer el cafè.
En acabar vam estar jugant una estona al pati, que està molt bé perquè és força gran i tancat. És un dels llocs de trobada de famílies del barri després de l’escola. A l’Emma li van encantar els coixins que hi ha per seure.
I com que s’acosta el fred, tot està pensat per fer-nos sentir com a casa. Una beguda calentona, una manta i una bona conversa també és un bon pla de tardor per als menys fredolics que vulguin disfrutar de l’aire lliure.
Nosaltres no ens vam atrevir, però ja estem desitjant que arribi la primavera per poder aprofitar aquesta terrassa tan fantàstica.
Hola,
Quería hacer un comentario respecto a este sitio.
Fuimos el pasado sábado con mi hijo de 3 años. Nos comentaron que no es sitio pensando para niños. Yo tampoco lo ví para niños, normalmente hay una zona de juegos con una alfombra, pizarra gigante, mesas, sillitas para pintar, diversos juegos, etc es decir un sitio para que los peques jueguen y jueguen seguros claro.
Nos volvieron a mirar extrañados, cuando preguntamos que si habían juguetes para los niños (pq no nos los veíamos por ningún sitio ni había indicaciones de nada). Cuando por fin los encontramos, estaban todos sucios, negros y pegajosos, vaya que daban asco.
Por otro lado, nos sentamos en la cafetería, estuvimos un buen rato, y nadie nos preguntó qué queríamos tomar ni acercándonos a la barra y eso que nos habían visto porque no habían más clientes. Había un chico de la barra que se puso a hablar con un señor y no nos hizo caso en todo el rato. Cuando nos fuimos cansados de esperar y del aspecto de los juguetes y del servicio, el chico de la barra ni se despidió ni nos preguntó porque nos íbamos ya sin tomar nada. En fin, un pasotismo… Aunque sea un centro cívico, también tienen que pagar facturas, y hoy en día no sobrán clientes y hay que cuidarlos los pocos que hay, así que no se…
Al salir vimos un hombre tumbado encima de los cojines como si estuviera en una playa o en el sofé de su casa…
En conclusión yo no lo aconsejaría par niños en absoluto.
Los sitios que se aconsejan para niños son espacios preparados para ellos en todos los sentidos mientras los papás toman algo.
Hola Beatriz,
Siento que no te haya gustado el lugar. Nosotros tuvimos una experiencia diferente, por eso lo recomendé. La verdad es que nos atendieron y nos trataron muy bien.
En cuanto a ir con niños: tienen tronas, cambiador, en verano ponen mesitas fuera para pintar, hay terraza con arena y dentro hay libros infantiles y juguetes (algunos sucios, es verdad). Mi hija se lo pasó bien y nosotros tomamos algo tranquilamente. Yo sí creo que es un lugar donde se pueden llevar niños, pero te agradezco el comentario para que otras familias tengan en cuenta también tu opinión.
Un saludo,
Laia.